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Un jardín es un laboratorio de coexistencia, donde humanos y no humanos interactúan para crear entornos más diversos, ricos y resistentes Una entrevista con el equipo sevillano que está detrás del proyecto ganador del Premio NEB «Jardines en el Aire»
Un jardín es un laboratorio de convivencia, donde humanos y no humanos interactúan para crear entornos más diversos, ricos y resistentes Una entrevista con el equipo sevillano del proyecto «Jardines en el aire», ganador del Premio NEB
Zonas de bajas emisiones Europa
La tecnología móvil y la movilidad eléctrica han impulsado los servicios de carsharing. Aunque el término carsharing engloba diferentes tipos de servicio, el modelo que más ha crecido en los últimos años en ciudades como Madrid y Barcelona consiste en utilizar temporalmente vehículos eléctricos durante breves periodos de tiempo (medidos en minutos u horas) para recorrer distancias cortas en las ciudades o sus alrededores. Normalmente, todo el proceso, desde la reserva del coche, la obtención del vehículo y la facturación por tiempo y distancia recorrida, se realiza a través de una app móvil.
Este modelo de carsharing también se ha visto impulsado por factores sociales, económicos y medioambientales, aspectos que, hasta ahora, apenas se tenían en cuenta a la hora de elegir un vehículo. A medida que la asociación de la propiedad del coche con el estatus social es una idea obsoleta, se está produciendo un cambio hacia una mayor concienciación y una creciente responsabilidad individual en la reducción de las emisiones contaminantes y del CO2, un gas no contaminante pero causante del efecto invernadero.
Las nuevas limitaciones al tráfico en determinados espacios urbanos (como las zonas peatonales y residenciales), así como las restricciones temporales por la concentración de partículas contaminantes en el aire, también han influido en la creciente demanda del servicio; la congestión del tráfico y la dificultad para encontrar aparcamiento también se tienen en cuenta, sobre todo entre los individuos que sólo recorren distancias cortas al año y utilizan principalmente el coche para desplazarse por la ciudad.
Madrid central
A los madrileños les esperan grandes cambios. El 23 de noviembre entrará en vigor una política denominada «Madrid Central» que prohíbe a todos los coches convencionales circular por el centro de la ciudad. Además, se han anunciado otras medidas destinadas a descongestionar el aire de la capital española, así como a ganar espacio en el centro de la ciudad.
Madrid Central es una prohibición de circulación tan amplia como sólo algunas ciudades escandinavas se han planteado hasta ahora y se remonta a la alcaldesa de izquierdas de Madrid, Manuela Carmena, una mujer de 74 años y ex jueza.
Ella declaró que a partir de este mes de noviembre, sólo los vehículos eléctricos e híbridos con una autonomía de 40 km podrán circular libremente por el centro de la ciudad. La zona definida como centro mide 472 hectáreas y está delimitada por la M30.
Se hará una excepción para las personas que vivan en el centro de Madrid. Estos vecinos también son los únicos que pueden aparcar en la calle, cualquier otro deberá utilizar un aparcamiento y tener un permiso en forma de pegatina para cruzar a la ciudad en primer lugar. Se han instalado cámaras en los aparcamientos y en todas las entradas al centro de la ciudad. A los que intenten cruzar a la ciudad sin permiso se les cobrará 90 euros, aunque el ayuntamiento empezará a imponer el pago sólo gradualmente. Sólo los coches de gasolina matriculados antes del año 2000 no podrán entrar en absoluto y lo mismo ocurre con los vehículos diésel comprados después de 2006. Incluso las motos necesitarán una pegatina y sólo podrán aparcar entre las 7 de la mañana y las 10 de la noche. Además, todos los taxis deberán ser (parcialmente) eléctricos en 2025. Para entonces, es probable que también se prohíba el diésel en toda la ciudad.
¿Dónde puedo aparcar en madrid con coche eléctrico? 2022
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